Los resultados de la legislatura que terminó el pasado 20 de junio y que recibió calificativos de “extraordinaria”, “histórica” y “admirable”, por propios y extraños, fue producto de un trabajo serio y responsable por parte de un Congreso comprometido y que entendió la necesidad de entregarle al país herramientas y mecanismos para atender la problemática de sectores que desde hacía décadas estaban reclamando dichas medidas.
Las cifras hablan por sí solas. De los 106 proyectos aprobados, 51 corresponden a iniciativas de origen gubernamental, frente a 55 de autoría parlamentaria, los que en su mayoría están orientados a solucionar y atender causas sociales.
El trabajo tanto de comisiones como de la Plenaria, fue intenso. Se comenzó a sesionar desde el 16 de febrero de 2010 y en muchas de las semanas las convocatorias se hicieron de lunes a viernes, con el propósito de dar oportunidad a la discusión amplia de las iniciativas que estuvieron a consideración de la Corporación y reflejo de ello fueron las 73 sesiones Plenarias que alcanzó la legislatura.
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